Tras casi 15 años de disputas legales, Infineon Technologies y el administrador concursal de Qimonda han llegado a un acuerdo definitivo, por el que Infineon se compromete a pagar 800 millones de euros. El conflicto se centraba en la valoración de los activos del negocio de memorias que Infineon escindió en 2006 para crear Qimonda, en su día líder mundial en la fabricación de chips de memoria con 13.500 empleados en todo el mundo.

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