Infineon resuelve un litigio de 15 años con Qimonda con un acuerdo de 800 millones de euros
Tras casi 15 años de disputas legales, Infineon Technologies y el administrador concursal de Qimonda han llegado a un acuerdo definitivo, por el que Infineon se compromete a pagar 800 millones de euros. El conflicto se centraba en la valoración de los activos del negocio de memorias que Infineon escindió en 2006 para crear Qimonda, en su día líder mundial en la fabricación de chips de memoria con 13.500 empleados en todo el mundo.
La andadura de Qimonda fue efímera. Debutó en la Bolsa de Nueva York en agosto de 2006, pero se declaró insolvente en enero de 2009. Los procedimientos judiciales iniciados en 2010 se centraron en las alegaciones de que el balance de Qimonda estaba infrafinanciado durante la escisión. El administrador concursal alegó que el negocio de memorias transferido estaba infravalorado, lo que dio lugar a una demanda de reembolso de la discrepancia en el valor de las acciones.
El informe de un perito designado por el tribunal en enero de 2024 sugería un valor negativo para las unidades de negocio aportadas. Ambas partes se opusieron a esta valoración, argumentando Infineon que el valor de liquidación de los activos debía cumplir los niveles de contribución requeridos. Tras intensas negociaciones, Infineon acordó pagar 753,5 millones de euros a la masa de insolvencia de Qimonda, teniendo en cuenta un acuerdo parcial anterior de 2014.
El acuerdo, aprobado por el comité de acreedores de Qimonda y los consejos de administración y supervisión de Infineon, eleva los pagos totales de Infineon a la masa de Qimonda a unos 1.000 millones de euros. En total, los acreedores han recuperado 1.200 millones de euros, incluidos los ingresos procedentes de la cartera de patentes de Qimonda.
La amplia cartera de patentes de Qimonda, que abarca tecnologías de semiconductores, informática y telecomunicaciones, fue crucial en el procedimiento de insolvencia. A pesar de que antes de la insolvencia se concedieron licencias a importantes empresas del sector, se impugnó la validez de las licencias, en particular en lo relativo al impacto de la legislación alemana sobre insolvencia en las patentes estadounidenses de Qimonda. La cartera de patentes generó finalmente unos 100 millones de euros en ingresos por licencias y se vendió a Infineon mediante un proceso de venta internacional.
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