Intel se enfrenta a una posible ruptura mientras TSMC y Broadcom exploran su adquisición
Masterbitz
17 feb
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Según fuentes cercanas al Wall Street Journal, Intel está sopesando ofertas preliminares de adquisición que podrían dividir a la compañía en dos partes: producto y fundición. TSMC y Broadcom están explorando de forma independiente acuerdos que dividirían las operaciones de diseño y fabricación de chips de Intel. Broadcom ha iniciado conversaciones informales sobre las divisiones de diseño y comercialización de chips de Intel, mientras que TSMC está considerando la posibilidad de reunir un consorcio de inversores para adquirir las instalaciones de Intel. Esta solución es improbable, ya que las fábricas de Intel son estratégicamente uno de los aspectos más críticos de la cadena de suministro de semiconductores estadounidense. Intel fabrica chips a medida para el Departamento de Defensa de EE.UU., por lo que no es aceptable que las fábricas sean propiedad de un extranjero. La noticia de la adquisición llega en un momento en el que Intel se enfrenta a contratiempos en la fabricación, como una pérdida total de 13.400 millones de dólares en su segmento de fundición durante 2024 y una importante erosión de la cuota de mercado en el mercado de procesadores de IA.
Las conversaciones sobre la adquisición se enfrentan a importantes obstáculos normativos, sobre todo en materia de seguridad nacional. El gobierno de EE.UU. se ha mostrado reacio a la propiedad extranjera de las capacidades de fabricación nacional de Intel, consideradas estratégicamente vitales para la soberanía tecnológica estadounidense. Esto podría afectar especialmente a la oferta de TSMC por las plantas de Intel, a pesar de la posición de la empresa taiwanesa como principal fabricante de chips por contrato del mundo. La vulnerabilidad de Intel a las adquisiciones se debe a una serie de errores estratégicos cometidos bajo la anterior dirección, como el retraso en las innovaciones de fabricación y la creciente dependencia de las subvenciones públicas para ampliar sus instalaciones. El precio de las acciones de la empresa ha caído un 60% desde sus máximos de 2021 en medio de estos desafíos, lo que atrae a posibles compradores a pesar de la complejidad de cualquier posible estructura de acuerdo. Una ejecución exitosa requeriría navegar tanto por la aprobación regulatoria como por las dificultades prácticas de desagregar las operaciones de diseño y fabricación profundamente integradas de Intel.
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