Por si no lo viste, Sam Altman, de OpenAI, arrasó en Internet a finales de la semana pasada con la presentación de Sora, la IA generativa capaz de crear videoclips fotorrealistas a partir de instrucciones, con una precisión mortal. Mientras Altman y sus colegas del sector de la IA generativa se divertían generando vídeos a partir de las indicaciones del público en X, quedó muy claro que lo único que frena la democratización de la IA generativa es el volumen de chips aceleradores de IA. Altman quiere solucionarlo diseñando su propio hardware de aceleración de IA desde cero, para lo que inicialmente propuso una inversión de 7 billones de dólares, algo imposible con los mercados financieros, pero que sólo es posible "imprimiendo dinero" o mediante inversiones de fondos soberanos.

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