Un tribunal alemán prohíbe la venta de procesadores Intel en medio de una disputa sobre patentes
Según Financial Times, un tribunal regional de Düsseldorf (Alemania) ha supuesto un importante revés para Intel este miércoles, al emitir una orden judicial que prohíbe las ventas de algunos de sus procesadores debido a las alegaciones de que infringen una patente de R2 Semiconductor. R2, una empresa tecnológica con sede en Palo Alto (California), acusó a Intel de violar su patente relacionada con la regulación del voltaje de los procesadores. La sentencia se aplica a la 10ª, 11ª y 12ª generación de procesadores Core de Intel, conocidos como Ice Lake, Tiger Lake y Alder Lake, así como a sus SKU de servidor Ice Lake Xeon. Las nuevas generaciones de procesadores (13ª, 14ª, etc.) no infringen la patente. Aunque Intel ha señalado que planea apelar la decisión, las ramificaciones podrían extenderse más allá de la propia empresa. Los expertos del sector advierten de que la orden judicial podría dar lugar a una prohibición generalizada de los productos que contengan los chips de Intel en litigio, incluidos los ordenadores portátiles y los PC preconstruidos de grandes fabricantes como HP y Dell. R2 ha librado una batalla legal en múltiples jurisdicciones para defender su propiedad intelectual.
Tras presentar inicialmente la demanda contra Intel en Estados Unidos, R2 trasladó sus esfuerzos a Alemania y otros países europeos después de que su patente fuera invalidada en Estados Unidos. Intel negó rotundamente las alegaciones de infracción de patentes de R2, alegando que todo el modelo de negocio de la empresa se basa en obtener acuerdos legales a través de litigios en serie. Intel cree que la medida cautelar sólo sirve a los intereses financieros de R2 y perjudica a los consumidores, las empresas y la economía. Las dos empresas intercambiaron críticas en declaraciones oficiales sobre el caso. El Consejero Delegado de R2, David Fisher, rechazó la caracterización de su empresa por parte de Intel, afirmando que sólo ha atacado a Intel por infracción de sus claros derechos de propiedad intelectual. Mientras continúa la guerra de declaraciones, el impacto práctico de la decisión del tribunal alemán sigue siendo incierto, a la espera del recurso de Intel. Sin embargo, la medida cautelar demuestra las enormes consecuencias financieras que están en juego en las batallas sobre patentes tecnológicas.
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